Después de ver la MALA TRADUCCIÓN hecha por el diario Infobae de este editorial publicado en el O Globo brasileño, decidí dedicar 25 minutos de mi tiempo a hacer mi propia traducción y publicarla para que todos puedan compararlas...
Editoriales
Enviado por Ricardo Noblat - 17.1.2013 | 17h03m
Mundo
Argentina en el reino de la fantasía (Editorial)
La
Casa Rosada le vende al pueblo una imagen distorsionada de lo que
sucede en el país. Ese maquillaje hace que el índice oficial de
inflación sea menos de la mitad del real.
O Globo
El
gobierno de Cristina Kirchner creó una realidad paralela para demostrar
que las cosas van bien, aun cuando la verdad demuestra lo contrario.
El mejor ejemplo es el índice de inflación, que desde 2007 —cuando el
entonces presidente Néstor Kirchner ordenó la intervención del Indec, el IBGE argentino— siempre quedó debajo del alta real de los precios.
El
último dato del Indec fue el Índice de Precios al Consumidor de 2012:
10,8%. Debajo de la mitad de la inflación calculada por consultoras
privadas —25,6%—, lo que coloca a Argentina delante hasta de Venezuela
(22%).
Entonces
tenemos el índice oficial y el verdadero, este llamado “IPC del Congreso”, porque las consultoras privadas lo divulgan por medio de los
diputados de la oposición después que la Casa Rosada presentó una
demanda en la Justicia para prohibirles calcular la inflación, algo
digno de una República Bananera.
El
gobierno garantiza que el país logra financiar el sector público. En
realidad, como se convirtió en un paria del sistema financiero
internacional después de la moratoria de 2001, está obligado a emitir
moneda de forma furiosa. El año pasado, la emisión de pesos creció 38% respecto al 2011, lo que presiona la inflación.
Para
sustentar la fantasía, el kirchnerismo, cada vez más parecido al
chavismo, auspicia una vasta red de comunicación cuya programación y
noticieros van en la sintonía deseada por la Casa Rosada (además de la
gran emisora estatal).
Esto
se logra, entre otras formas, por la manipulación de los presupuestos
oficiales de publicidad. En el mundo real, el gobierno emprende una
intensa persecución a los medios que actúan de manera profesional e
independiente. Así, creó el denominado 7D (7 de diciembre) para
proclamar como una gran “victoria nacional” la aplicación completa de la
Ley de Medios, aprobada para “regularizar” los medios de comunicación,
pero por lo bajo es una medida contra el Grupo Clarín, blanco
preferencial del kirchnerismo.
El
tiro les salió por la culata, porque la Justicia argentina logró
refrenar el ímpetu de Cristina y, más de una vez, prorrogó la vigencia
de disposiciones leoninas de la ley hasta que se juzgue el mérito del
caso. Por lo tanto, la amenaza contra los medios independientes continúa.
El
gobierno celebró la vuelta de la fragata Libertad a Buenos Aires como
otra “victoria nacional”. La verdad, el país pasó por una gran vejación
después que el buque fue retenido, en Ghana, por un fondo acreedor de la
Argentina.
Asustada,
Cristina comenzó a evitar los viajes internacionales en el avión
oficial Tango 01 y empezó a alquilar jets ejecutivos para los
desplazamientos. De manera inexplicable, contrató a la misma empresa británica que presta el servicio Londres-Malvinas (o en ese caso,
Falklands).
Así,
no cumple con el decreto que ella misma emitió que le prohíbe al
gobierno argentino tener relaciones comerciales con firmas extranjeras
(léase británicas) involucradas de alguna forma con las disputadas
islas.
Tapar
el sol con la mano es un rumbo peligroso para cualquier gobierno. Tarde
o temprano, se impone la realidad. Como mínimo, la consecuencia es
electores furiosos.
viernes, 18 de enero de 2013
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