miércoles, 3 de febrero de 2010

No Invadas la Pista

Hace unos tres o cuatro años más o menos la revista Solo TC realizó una campaña publicitaria en las carreras con este pedido. Era una campaña de las llamadas Campañas de Concientización y el pedido era el slogan de la publicidad, que además de comunicarlo en las promociones de la revista, también lo habían incorporado en banderas y hasta habían repartido remeras a los pilotos o entre los líderes de las barras "La 4", "La 7" y "La 15" de nuestro automovilismo.

Desde hace un par de años agradezco a Dios que puedo trabajar en los autódromos de todo el país y también he podido recorrer las rutas argentinas desde Salta a Chubut. Me he deslumbrado con los diferentes paisajes, he disfrutado de productos regionales, me he divertido con las distintas músicas de cada lugar y he conocido costumbres variadas; pero hay algo que además de la hospitalidad se repite en todos lados y es la pasión por las carreras, especialmente de Turismo Carretera.

Es tanto el fervor por acercarse a los pilotos, es tanta la demostración de cariño, la dedicación por seguir todas las acciones, es algo que casi roza la locura. Son familias enteras compartiendo un fin de semana lejos de casa, son sacrificados fanáticos que viajan kilómetros para seguir a sus ídolos, son amigos que pasan un fin de semana en una carpa, y no se van por nada del mundo sino que están ahí siempre, llueva, haya barro, con temperaturas de más de 35º o con inundaciones de más de un metro... permanecen ahí con el mismo entusiasmo y la misma emoción intacta e incansable.

Me han dado de comer al borde de los alambrados, me han regalado cosas y hasta he conocido "novios" que puedo visitar en la próxima carrera. Y todo simplemente porque trabajo en las carreras, porque trabajo cuidando a los pilotos que ellos aman, porque trabajo armando lo que ellos disfrutan, porque hacemos que los autos corran. Muchas veces hemos terminado cansados, hemos trabajado gratis durante muchas horas para dirigentes que después adoran aparecer en las pantallas al lado de algún político en campaña y los que nos han retribuido con palabras de agradecimiento sinceras fueron las familias, los fanáticos y los amigos, la gente.

Esa misma gente tan fervorosa que quizas por causa de esa pasión no se de cuenta del peligro al que se exponen cada vez que se acercan a la pista cuando aún los autos están circulando en la Vuelta de Honor o cuando salen en la Vuelta Previa para ubicarse en la grilla. Lo he visto en algunos circuitos más que en otros pero en todos lados es el mismo peligro.

El automovilismo tiene un encanto que me parece está muy asociado con la sorpresa, con lo imprevisto, con lo que un piloto por más bueno que sea no puede controlar. Un piloto no puede evitar que un motor se rompa, o que un desperfecto de su auto lo deje a pie, un piloto no puede saber cuando puede alguna pieza desprenderse y volver a su auto inmanejable. En estos dos años que trabajé en las pistas he visto desprenderse piezas chicas, medianas y grandes, volarse desde lunetas hasta trompas completas e incluso he visto salir neumáticos disparados a velocidades altísimas similares a las que circulan los autos.

Fue justamente un neumático desprendido el que hace dos años golpeó a un espectador en San Luis y lo mató. A pesar de que esta persona estaba parada detrás del alambrado como es lo correcto y lo seguro... pero esa asociación del automovilismo con la sorpresa y lo imprevisto lo hacen un deporte de riesgo. Si a eso le sumamos la imprudencia de acercarse a la pista cuando los autos están circulando, transformamos el riesgo en una certera chance de peligro.

He visto a personas acercarse a la pista en la Vuelta Previa con cochesitos de bebes, con criaturas en brazos o nenes de la mano. He visto personas arrodillarse sobre la pista ante el paso de los autos en la Vuelta de Honor, pararse delante de los coches para sacarse fotos o intentar tocar la mano de su piloto favorito. Esto ha sucedido en circuitos donde el pavimento no está en las mejores condiciones, con parches o agregados de materiales diferentes, lo que hace que el transito de los coches no sea igual o con condiciones climáticas de poca visibilidad desde dentro del habitáculo. Y la sorpresa, y el imprevisto, y el riesgo junto a todas esas personas tentando al peligro.

Muchas veces me he asustado, tengo que admitirlo. Muchas veces me ha dado bronca que la pasión de un padre ponga en riesgo la vida de su hijo. Muchas veces me he enojado y peleado con gente que no entiende que el pedido de no invadir la pista es para su propio bien y no porque seamos egoistas en no permitirles disfrutar el espectáculo. Nuestro trabajo en la pista es cuidar a los pilotos, pero cuando las familias, los fanáticos y los amigos invaden la pista me siento en la obligación de cuidarlos a ellos... aunque ellos no quieran.

Dije que he visto desprenderse piezas chicas, medianas y grandes y que he visto acercarse a la pista a personas con cochesitos de bebes. Dije que he visto volarse desde lunetas hasta trompas completas y que he visto a personas arrodillarse sobre la pista al paso de los autos. Dije que he visto salir neumáticos disparados a velocidades similares a las que circulan los autos y que he visto a padres con criaturas en brazos. Gracias a Dios, todavía no vi que estos hechos sucedan al mismo tiempo, y le pido a Dios en todas las carreras que siga siendo argentino y nos siga cuidando a todos.

Entiendo y comparto la pasión y el fervor, el entusiasmo y el descontrol, pero por favor entiendan que la vida y la salud es más valioso que un saludo al piloto de tu marca o una foto con tu ídolo. Por favor, NO INVADAS LA PISTA. Te pedimos que lo tengas siempre presente cuando nos sigas acompañando por los circuitos del país. Por favor, NO INVADAS LA PISTA. Te pedimos que se lo digas a tu familia, amigos y fanáticos que tengas acampando al lado. Por favor, NO INVADAS LA PISTA.

Não Invadas a Pista

Faz uns três ou quatro anos mais ou menos a revista Solo TC realizou uma campanha publicitária nas corridas com este apelo. Era uma campanha das chamadas Campanhas de Conscientização e o apelo era o slogan da publicidade, que além de comunicá-lo nas promoções da revista, também tinham incorporado em bandeiras e até tinham repartido camisetas aos pilotos ou entre os líderes das torcidas "A 4", "A 7" e "A 15" de nosso automobilismo.

Desde faz um par de anos agradeço a Deus que posso trabalhar nos autódromos de todo o país e também tem podido percorrer as rutas argentinas desde Salta a Chubut. Tenho me deslumbrado com as diferentes paisagens, tenho curtido de produtos regionais, tenho me divertido com as distintas músicas de cada lugar e tenho conhecido costumes variados; mas tem algo que além da hospitalidade se repete em todos lados e é a paixão pelas corridas, especialmente de Turismo Carretera.

É tanto o fervor por se aproximar aos pilotos, é tanta a demonstração de carinho, a dedicação por seguir todas as ações, é algo que quase rouça a loucura. São famílias inteiras dividendo um final de semana longe de casa, são sacrificados fãs que viajam quilômetros para seguir a seus ídolos, são amigos que passam um fim de semana em uma carpa, e não vão embora por nada do mundo no entanto estão aí sempre, com chuva, tenha barro, com temperaturas de mais de 35º ou com alagamentos de mais de um metro... permanecem aí com o mesmo entusiasmo e a mesma emoção intata e incansável.

Tem me dado de comer no borde dos alambrados, tem me dado coisas de presente e até tem conhecido "namorados" que posso visitar na próxima corrida. E todo simplesmente porque trabalho nas corridas, porque trabalho cuidando aos pilotos que eles amam, porque trabalho armando o que eles curtem, porque fazemos que os carros corram. Muitas vezes temos acabado cansados, temos trabalhado de graça durante horas para dirigentes que depois adoram aparecer nas telas do lado de algum político em campanha e os que tem retribuído com palavras de agradecimento sinceras foram as famílias, os fanáticos e os amigos, as pessoas.

Essas mesmas pessoas tão fervorosas que talvez por causa dessa paixão não se dêem conta do perigo ao que se expõem cada vez que se aproximam à pista quando ainda os carros estão circulando na Volta de Honor ou quando saem na Volta Prévia para se alocar no grid. O tem visto em alguns circuitos mais do que em outros porem em todos lados é o mesmo perigo.

O automobilismo tem um encanto que me parece está muito associado com a surpresa, com o imprevisto, com o que um piloto por melhor que seja não pode controlar. Um piloto não pode evitar que um motor se quebre, ou que um estrago de seu carro o deixe de pé, um piloto não pode saber quando alguma peça pode se desprender e virar seu carro indirigível. Em estos dois anos que trabalhei nas pistas tem visto se desprender peças pequenas, medianas e grandes, voar-se desde vidros até trompas completas e inclusive tem visto sair pneus disparados a velocidades altíssimas similares às que circulam os carros.

Foi justamente um pneu desprendido o que há dois anos bateu em um espetador em San Luis e o matou. Apesar de que a pessoa estava de pé detrás do alambrado como é o correto e seguro... mas essa associação do automobilismo com a surpresa e o imprevisto o fazem um esporte de risco. Se a isso somarmos a imprudência de se aproximar à pista quando os carros estão circulando, transformamos o risco em uma certeira chance de perigo.

Tem visto pessoas se aproximar à pista na Volta Prévia com carrinhos de bebês, com crianças em braços ou meninos da mão. Tem visto pessoas se ajoelhar sobre a pista ante o passo dos carros na Volta de Honor, estar de pé diante dos carros para tirar fotos ou tentar tocar a mão de seu piloto favorito. Isto tem acontecido em circuitos onde o pavimento não está nas melhores condições, com parches ou agregados de materiais diferentes, o que faz com que o trânsito dos carros não seja igual ou com condições climáticas de pouca visibilidade desde dentro do habitáculo. E a surpresa, e o imprevisto, e o risco junto a todas essas pessoas tentando ao perigo.

Muitas vezes tenho me assustado, tenho que admiti-lo. Muitas vezes tem pegado raiva que a paixão de um pai coloque em risco a vida de um filho. Muitas vezes tem me raivado e brigado com pessoas que não entendem que o apelo de não invadir a pista é para seu próprio bem e não porque sejamos egoístas em não permitir curtir do espetáculo. Nosso trabalho na pista é cuidar aos pilotos, mas quando as famílias, os fãs e os amigos invadem a pista me sinto na obrigação de cuidar deles... embora eles não queiram.

Disse que tenho visto se desprender peças pequenas, medianas e grandes e que tenho visto se aproximar à pista pessoas com carrinhos de bebês. Disse que tenho visto se voar desde vidros até trompas completas e que tenho visto pessoas se ajoelhar sobre a pista ao passo dos carros. Disse que tenho visto sair pneus disparados a velocidades similares às que circulam os carros e que tenho visto a pais com criaturas em braços. Graças a Deus, ainda não vi que estos fatos aconteçam ao mesmo tempo, e peço a Deus em todas as corridas que siga sendo argentino e nos siga cuidando a todos.

Entendo e divido a paixão e o fervor, o entusiasmo e o descontrole, mas por favor entendam que a vida e a saúde são mais valioso que um cumprimento ao piloto de sua marca ou uma foto com seu ídolo. Por favor, NÃO INVADAS A PISTA. Te pedimos que o tenhas sempre presente quando sigas nos acompanhando pelos circuitos do país. Por favor, NÃO INVADAS A PISTA. Te pedimos que o digas a tua família, amigos e fãs que tenhas acampando do lado. Por favor, NÃO INVADAS A PISTA.

Don't Invade the Track

Some three or four years ago more or less Solo TC magazine made an advertising campaign in the races with this request. It was a campaign like those called Awareness Campaigns and the request was the advert's slogan that besides being communicated in the magazine promotions, it was also incorporated to flags and even t-shirts gave out between the drivers and the leaders of the hooligans "The 4", "The 7" and "The 15" of our motoring.

Since a couple of years I thank God I can work in the tracks of all the country and also I could travel the Argentine routes from Salta to Chubut. I have dazzle with the different landscapes, I have enjoyed regional products, I have amused with different music of each place and I have known several customs; but there's something that besides hospitality repeats everywhere and it's racing passion, especially for Turismo Carretera.

There's so much fervor to get close to the drivers, there's so much loving demonstration, dedication to follow all the actions, it's something that almost border madness. Are entire families sharing a weekend away from home, are sacrificed fans that travel kilometers to follow their idols, are friends that spend a weekend in a tent, and they don't go for anything in the world, but remain there always, with rain, with mud, with over 35º temperatures or with more than a meter floods... they remain there with the same enthusiasm and the same intact and tireless emotion.

They have given me to eat at the brink of the wire fence, they have given me presents and even I have known "boyfriends" that I can visit in the next race. And all simply because I work in racing because I work caring the drivers they love because I work making what they enjoy because we make the cars race. Many times we have ended tired, we have worked for free during many hours to managers that later love to appear in the screens next to some politics in campaign and the ones who have rewarded with sincere words thanking were the families, the fans and the friends, the people.

That same people such fervent that perhaps because of that passion they don't notice the danger they expose each time they get close to the track when the cars are still driving in the Honour Lap or when they do the Parade Lap to locate in the grid. I have seen in some circuits more than in others, but everywhere is the same danger.

Motorsport has that charm that seems to me very associated with surprise, with the unexpected, with what a driver no matter how good he is can't control. A driver can't prevent a motor to break, or a damage in his car leaving him walking, a driver can't know when a piece can come off and turn his car undriveable. In this two years I worked in the tracks I have seen come off little, medium and large pieces, flown from windows to complete noses and even I have seen tyres going away shoot off at very high speeds similar to the ones the cars drive.

It was precisely a detached tyre that two years ago hit and killed a spectator at San Luis. Despite this person being standing behind the wire fence as it's correct and safe... but that association of motorsport with surprise and unexpected make this a risk sport. And if we add the reckless of getting close to the track when the cars are driving, we transform the risk in an accurate danger chance.

I have seen people getting close to the track in the Parade Lap with baby carriage, with children in their arms or kids by the hand. I have seen people kneel down over the track before the way of the cars in the Honor Lap, standing in front of the cars to take pictures or trying to touch the hand of their favorite driver. This have happened in circuits where the surface isn't in the best conditions, with patches or adds of different materials, what makes the car's pass not to be equal or with climatic conditions of low visibility from inside the interior of the car. And the surprise, and the unexpected, and the risk along with these people tempting danger.

Many times I have frightened, I have to admit it. Many times I felt bugs that a father's passion puts in risk the life of his son. Many times I have angry and fought with people that doesn't understand that the request of not to invade the track is for their own good and not because we are selfish not to let them enjoy the show. Our job in the track is to take care of the drivers, but when families, fans and friends invade the track I feel it's mandatory to take care of them... although they don't want.

I said I have seen small, medium and larger pieces detach and that I have seen people with babies carriages getting close to the track. I said I have seen blowing off from windows to complete noses and that I have seen people on their knees over the track by the way of the cars. I said I have seen tyres going away shoot off at similar speeds as the cars drive and that I have seen parents with children in their arms. Thank God, I haven't seen these facts happen at the same time yet, and I ask God in all races that he kept on being Argentine and kept on taking care of all.

I understand and share passion and fervor, enthusiasm and lack of control, but please understand that life and health is more valuable than say "hello" to your brand's driver or a photo with your idol. Please, DON'T INVADE THE TRACK. We ask you to bear it always in mind when you kept on keeping company for the circuits of all the country. Please, DON'T INVADE THE TRACK. We ask you to tell it to your family, friends and fans camping at your side. Please, DON'T INVADE THE TRACK.
 
Website Traffic Statisticsmortgage lenders